Hoy hace siete meses del adios más irreemplazable, y desde entonces 2015 ha querido venir cargadito de despedidas y más adioses, unos lógicos y programados, y no por ello menos dolorosos; otros inevitables, otros no tanto...pero en fín...que te levantas un día y dices...mira que los 50 los tengo ya a la vuelta de la esquina, que según mi hermano "al ponerse el sol estoy como para parar un tren", que la vida no es un programa de viaje que puedas planear...y que, punto y a seguir.
Ahora soy realmente consciente de que mi cabeza y mi espíritu tiran juntos, que valen millones y se echan palante en la aventura de vivir mi vida, completa, sin temores ni rencores, sin requiebros ni escondrijos, palante con lo que hay y con quienes ahora están conmigo. Es tiempo de que salga quien quiera irse y pase para dentro la buena voluntad...que sea lo que tenga que ser, que seguro que será bueno ....que me lo dijo mi sueño de aquella noche, ea.
Que el futuro nos pille preparados, listos.... y venga ya.
Ayssss Anita, siete meses ya sin ti y la de vueltas que hemos dao en esta feria.