Ella me ha confesado estos días que nunca antes habia sentido la verdadera compañia de una amiga…que era consciente de que nos tenía al lado…que sabía perfectamente que la amistad vivia cerca de ella…pero era tal el amor por su marido, desde que era una adolescente…que sólo veía por él, vivía por él y no veía a nadie más.
Cuando de un plumazo, en cinco minutos y con sólo 33 años, le quitan al amor de su vida…nadie pudimos decir “entiendo como te sientes” …solo nos quedó escucharla, dejarla llorar, compartir sus recuerdos, visitarla, llamarla, darle todo nuestro apoyo y por supuesto aceptar todos sus cambios, sus altibajos, sus decisiones…
Ahora han pasado ocho meses… y puedo verla enfrentando sus emociones; aceptando su dolor, encontrando en sí misma la fuerza que no imaginaba tener y mirando al futuro con esperanza…dando lo mejor a sus hijos y notando y viviendo nuestra compañia…la de sus amigas.
En cuatro días vividos con ella intensamente , hemos podido hablar mucho…de todo y de algo en particular…algo sobre lo que aún no ha podido hablar en voz alta con nadie…hemos hablado de sexo…y me confiesa cuantísimo echa de menos hacer el amor.
Qué decir a una persona que echa de menos en su piel las manos de su enamorado…su aliento, el calor de su cuerpo…
viernes, 24 de agosto de 2007
LA ENAMORADA
UN POQUITO DE ORDEN:
HABLAN MIS ENTRETELAS,
TESOROS
jueves, 2 de agosto de 2007
ENCENDERSE LEYENDO
Aún hoy, en un tiempo en que parece tan normal hablar abiertamente de cuestiones y relaciones sexuales de todo tipo, color y sabor, reconocer sin tapujos que excita la sensualidad de la literatura erótica… aún cuesta.
Ruboriza, rubor adulto, y se es incapaz de expresarlo fuera del círculo más íntimo.
Ruboriza, rubor adulto, y se es incapaz de expresarlo fuera del círculo más íntimo.
Antes , el sentimiento era peor, embargaba una profunda vergüenza de juventud…
Y antes, mucho antes, incluso peor , con remordimientos incluidos en la recién estrenada adolescencia.
Sin embargo, puede ocurrir que jamás un cuerpo se sienta más ligado a la palabra que cuando se busca el momento adecuado, la soledad querida; y entonces, se aparta, se intenta la relajación y se coge ese libro que carga las baterías de la imaginación; llega entonces el abandono al erotismo a la experiencia casi religiosa.
Leyendo historias calientes nos convertimos en mirones de personajes que viven las historias prohibidas que yo no nos permitimos vivir; historias que el consciente no se atreve a vivir, pero que se han paseado, más de una vez , por los subconscientes.
Aventuras sugerentes, no necesariamente sexo explícito, ni una cadena interminable de escenas sexuales, de metesacas…sino, ese sabor de lo oculto, de lo prohibido; cuerpos abiertos, exaltados, penetrados, lamidos, entregados, poseidos…historias que nos agitan el propio cuerpo, que lo ponen a mil, y que en la mayor parte de las ocasiones, consiguen apartar manos de libros y ojos de la lectura y y surge la fuerza irresstible a satisfacer necesidades y deseos de un cuerpo que late, que arde…
Sin embargo, puede ocurrir que jamás un cuerpo se sienta más ligado a la palabra que cuando se busca el momento adecuado, la soledad querida; y entonces, se aparta, se intenta la relajación y se coge ese libro que carga las baterías de la imaginación; llega entonces el abandono al erotismo a la experiencia casi religiosa.
Leyendo historias calientes nos convertimos en mirones de personajes que viven las historias prohibidas que yo no nos permitimos vivir; historias que el consciente no se atreve a vivir, pero que se han paseado, más de una vez , por los subconscientes.
Aventuras sugerentes, no necesariamente sexo explícito, ni una cadena interminable de escenas sexuales, de metesacas…sino, ese sabor de lo oculto, de lo prohibido; cuerpos abiertos, exaltados, penetrados, lamidos, entregados, poseidos…historias que nos agitan el propio cuerpo, que lo ponen a mil, y que en la mayor parte de las ocasiones, consiguen apartar manos de libros y ojos de la lectura y y surge la fuerza irresstible a satisfacer necesidades y deseos de un cuerpo que late, que arde…
miércoles, 1 de agosto de 2007
POR EL PRINCIPIO...
Siempre me gustó escribir…escribir para mi, para relajar mi mente y también para otros…sea cual fuere el soporte, aprendí a respetar y esperar el tiempo de la respuesta…como en una gestación…
Escribiendo he aprendido el verdadero valor de las cosas; que las letras no solo quedan impresas
en un papel o en un ordenador, sino en la alma de quienes escribimos un sentimiento.
Este blog será ese espacio que he buscado por tanto tiempo, en el que encontrarme a mi misma y entender mejor mis emociones, mis conflictos, mis sueños y mis ilusiones; una forma también de enfrentarme y dar cauce a mis inquietudes sin dejarlas a la deriva esperando , a que sea el tiempo el único que las resuelva.
Y un foro para el comentario, para la opinión...
Y un estar en el mundo...
Bueno...y ya iremos qué más...
Escribiendo he aprendido el verdadero valor de las cosas; que las letras no solo quedan impresas
en un papel o en un ordenador, sino en la alma de quienes escribimos un sentimiento.
Este blog será ese espacio que he buscado por tanto tiempo, en el que encontrarme a mi misma y entender mejor mis emociones, mis conflictos, mis sueños y mis ilusiones; una forma también de enfrentarme y dar cauce a mis inquietudes sin dejarlas a la deriva esperando , a que sea el tiempo el único que las resuelva.
Y un foro para el comentario, para la opinión...
Y un estar en el mundo...
Bueno...y ya iremos qué más...
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HABLAN MIS ENTRETELAS
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