LA GUINDA DEL PASTEL

Anoche pusimos la guinda a un buen pastel, sí señor.

Un dulce que lleva gestándose ya más de tres años al que le faltaba la ocasión clave que estas mini-vacaciones han propiciado.

Una cena, en un ambiente muy cordial y familiar, será una imagen más que recurrente

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Mike y yo nos conocimos, tan casualmente como pueda imaginarse, en la primavera de 2006. 

En un medio con discutida reputación, esta relación nació como tantísimas nacen cada día y  ha evolucionado, hasta llegar a hoy, como muy pocas han sabido hacerlo.

La facilidad de comunicación primero, la confianza que fue asentándose después, la necesidad de ser escuchado...la complicidad...  fueron un caldo rico rico en el que se iba cociendo esta relación que desde el principio estuvo desprovista de intereses fuera  de los dictados de una amistad sincera , de un cariño del llamado, sano...

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Un hombre, una mujer, uyssss.... ése quiere rollo contigo, ¿los dos casados? uysss uysss...¿por internet? uysss uysss...no me cuentes más... ¿que tu marido no sabe nada de nada? malo...malo...¿que él ahora se ha separado? descarado, algo busca de ti.... uyssss uyssss.... ¿secretitos?... sí, sí... no me digas más....

Comentarios como estos nos los ahorramos porque decidí-decidimos que Mike perteneciera a la esfera de mi intimidad hasta que la situación demandara otra cosa. Opiniones frívolas... sobraban todas.

Y, mientras yo lo acompañé en sus incertidumbres,  en la  sorpresita  que la salud le deparó después, en su trago más amargo y en el giro más maravilloso de su vida - la triunfal entrada  de Alba a su corazón-  él, genial compañero de charlas y charlas,  poniendo una velita por mi suerte en mi examen de exámenes, me tradujo así todo su apoyo de estos años...

Y como los momentos llegan, llegó el pasado verano, y a su sugerencia de que quizás ya había llegado el día en que yo lo sacara del escondite, reaccioné ,en casa, con un  "siéntate que te cuento" ... que resultó tan natural como había sido imaginado tantas veces.

A esta amistad le hace falta ya una cenita familiar....

Y como las oportunidades hay que pillarlas al vuelo, ayer, no tuve más que llamarlo y decirle "en tu tierra estoy... " ellos respondieron ,como no cabía de otra forma, " pues esta noche nos vemos"

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El abrazo que nos debíamos salió apretao-apretao; el ambiente fue muy cordial; el natural  cortecillo inicial, también asomó, pero se disipó pronto entre los aromas a chile y barbacoa del Foster Holliwood; las charlas todos con todos, animadas; en definitiva, un deseo cumplido y buen rato que recordar.

Me guardaré en mi lista de favoritos el minuto tal y tal, en que Mike sacó de su cartera un papelito blanco, doblado en cuatro, me lo extendió diciéndome... ¿ me crees ahora?

Fue hace más de un año que le envié un trébol de cuatro  hojas y la velita que él encendió por mi en su momento... completaban ese email mis mejores deseos de suerte y felicidad en la vida.... Impresionado por el gesto, me aseguró.... "voy a imprimirlo ahora mismo  y vendrá siempre conmigo".

Anoche ese papelito blanco tenía todo el aspecto de haber estado ahí, junto a él, todo este tiempo.

Una guinda dulce, dulce.