viernes, 7 de agosto de 2009

LO NUESTRO ES CAMBIAR...

Me manda mi compañero Javier -uno de mis mejores reenviadores- una propuesta basada en algo que ha leído el el Periodista Digital... como él dice "una idea interesante para alguno de nuestros alumnos"... resumo...

(...)Según las estadísticas, 31% de los estudiantes que comienzan sus estudios no los terminan y que un gran porcentaje de los estudiantes que tienen que hacer la enseñanza obligatoria hasta los 16 años están allí en contra de su voluntad, amargando la vida al personal educativo y dando por saco a los compañeros que – pobrecitos ellos – hacen lo que pueden por progresar en medio de esa tortura psicológica que supone estar en una clase con niñatos de tal calaña;
(...)Yo me encuentro cada día con jóvenes para los cuales estudiar es un sueño, la mayoría de las veces inalcanzable.
A veces, en países donde la enseñanza es gratuita, les falta dinero para los libros y los uniformes, en otros casos se trata de las matrículas... en todos estos casos se trata de una difícil carrera de obstáculos en la que la mayoría de los estudiantes caen por el camino, pero no por falta de ganas o por desidia, sino simplemente por ausencia de medios materiales.
Me acuerdo de un muchacho sudanés que fue desheredado por su padre porque, en vez de dedicar el tiempo a cuidar el rebaño familiar como era su deber de primogénito, decidió continuar en la escuela y terminar primaria.
La educación que deseó con tanta gana lo convirtió en un descastado para su familia; nunca pudo volver a la casa paterna. Lo mismito que en nuestra civilizada Europa, con gachós desganados, estudiantes perdonavidas y de vuelta de todo.
(...)Yo, si tuviera una compañía de pateras, lo que haría sería buscar a candidatos que tuvieran ilusión por estudiar (primaria, formación profesional, corte y confección, psicología aplicada, lo que fuera) y me los traería a instituciones educativas llenas de profesores ya deprimidos y desilusionados por la desidia del personal con el que tienen que bregar diariamente, les volvería a ilusionar con aquellos ideales que sintieron en sus comienzos profesionales de cambiar el mundo a través del conocimiento y que ahora están olvidados debido a la triste y descorazonadora realidad con la que se encuentran día a día.
¿Qué mejor regalo se le puede dar a un educador con verdadera pasión por la enseñanza que un alumno con pasión por aprender, leer, investigar, ávido de conocimientos y de saber?
(...)Para amortizar el esfuerzo...llenaría los cayucos vacíos con semejantes terroristas de las clases y me los llevaría a una aldea perdida, donde tuvieran que mover azada y doblar espinazo, donde la ducha solo podría tener lugar previo paseo del cubo hasta el arroyo más cercano(...)

Artículo completo, pinchando aquí.


Completamente de acuerdo con la propuesta, con la crisis de valores en la que andamos inmersos... y eso que voy a considerarme afortunada por :
- vivir en un lugar donde aún llamar a la puerta de al lado , sea la hora que sea... sigue siendo llamar a un vecino..._quien es tu mejor hermano? mi vecino más cercano...-
- haber podido ofrecer a mis hijas, que no tienen cerca ni abuelos, ni tios, ni primos, la oportunidad de hacer de esos vecinos, una familia... llenando así sus vidas, de amigos-primos... creándoles un entorno de "buenos días-buenas tardes"...darles un poquito de esa conviviencia que ya algunos llaman "rancia" y que ya no existe...
- por haber trabajado en lugares donde un sábado por la mañana, y no digamos ya las vacaciones... significa ir al campo, levantarse temprano para coger brevas, aceitunas, o cortar ramón...curar olivos... ir a regar o "hacer la faena" ,para aliviar un poco a la madre que después de campo, le queda casa,...cuidar de los hermanos... Evidentemente eso no quita... que no tuviera una lista de candidatos para llenar más de un cayuco...faltaría plus.

"Mi familia de...."
Este año, en la redacción de las fiestas de la patrona quiero hablar de mi familia del..... porque ni mis padres ni mi hermana ni yo somos de Jaén, pero vivimos en el ...... y algunos vecinos son como mi familia. Los hombres son compañeros de mi padre, y las mujeres son amigas de mi madre y en muchas ocasiones cuando era pequeña y todavía me cuidan como si fueran mis titas. Aquí tengo muchos amigos que nos conocemos desde que nacimos y somos como primos: vamos al colegio juntos, jugamos juntos, salimos juntos como una verdadera familia. Y cuando llegan estas fiestas todos los celebramos con juegos, los mayores y pequeños, con la verbena. Son unas fiestas que esperamos todo el año" (Evita Dinamita, 10 años)

1 comentario:

  1. Si. Es lo que hay. Lo sé bien. Se quejarán más tarde. Llegado el momento, en el lamento, habrá que responderles con nuevas preguntas:
    ¿Ya no se lleva el rap? ¿Y el hip-hop...? ¿Tu destino elegido no era el surrealismo? ¿No eras más "chuli" que nadie...?
    Con todos mis respetos hacia las extremas tendencias.

    Me pregunto hoy:

    ¿No serán hoy "niños perdidos"?

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