EL SITIO DE MIS RE-CREOS (II)

Donde nos llevó la imaginación,

Donde con los ojos cerrados

se divisan infinitos campos

(…)

De sol, espiga y deseo

Son sus manos en mi pelo

De nieve, huracán y abismos

El sitio de mi recreo.

Silencio, brisa y cordura

Dan aliento a mi locura

Hay nieve, hay fuego, hay deseos

Allí donde me recreo.

(Antonio Vega)

UNO.- Ella conduce justo detrás de él…Una hoja de papel a su lado remueve un deseo.

En décimas de segundo, un tequiero negro en fondo blanco blanquísimo y la sonrisa de la amada se dibujan en el retrovisor del coche delantero.
Coches en caravana, coches parados.
Sin querer ni por asomo evitarlo….  dejando el coche a su suerte, deshace en carrerita los metros que lo separan del auto de su niña bonita.
Con una cara que ni el sol, ella baja su ventanilla … y por ahí un besazo entonces se cuela hasta su boca… un beso al que responde con amor, mucho amor, con pasión.
Apenas unos segundos.
No hubo otros conductores que aplaudieran la escenita, esto no es un telefilme americano... ni siquiera la Robert andaba cerca… sólo fue un señor momentazo…
Los coches pitan… hay que seguir.
…………………….


DOS.- Ahora, él conduce justo detrás de ella... los retrovisores son cómplices testigos de su privado repertorio de gestos.
Adelanta.
Ahora, conducción en paralelo... sintonía en bajada de ventanillas...
Y gritan y gritan, porque pueden, porque quieren y porque eso es lo que les demanda el espíritu, que no santo, sino sagrado… un "te quieroooooooooooooooooo", que pone música en la aburrida autovía, que dibuja dos sonrisas... mientras dos corazones bailan henchidos como locos.
Perfectamente al unísono, ni casualidad, ni telepatía... sencillamente el ritual que repiten en cada despedida...
La liberación de un grito...